jueves, 20 de enero de 2011

De Alfred Lord Tennyson

Permanece a mi lado cuando se apague mi luz
y la sangre se arrastre; y mis nervios se alteren
con punzadas dolientes, y el corazón enfermo,
y las ruedas del ser giren lentamente.

Permanece a mi lado cuando a mi frágil cuerpo
le atormenten dolores que alcancen la verdad,
y el tiempo maníaco siga esparciendo el polvo,
y la vida furiosa siga arrojando llamas.

Permanece a mi lado, y cuando vaya apagándome
puedas señalarme el final de mi lucha,
y el atardecer de los días eternos,
en el bajo y oscuro borde de la vida...

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